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José Luis Marqués Utrillas nació en Teruel en 1945 y desde muy joven sintió una profunda inquietud por las grandes preguntas de la existencia: la eternidad, el sentido de la vida y el lugar de lo sagrado en la experiencia humana. Esa búsqueda le llevó a formarse en distintos entornos religiosos y educativos, incluyendo instituciones de inspiración cristiana, y a completar estudios superiores de Teología y Filosofía con la intención inicial de ordenarse sacerdote.
En esa primera etapa, el estudio de la Biblia, la teología y la filosofía contemporánea no fue solo una formación académica, sino también un proceso interior de maduración. A partir de ahí se fue perfilando la figura del pensador que, con el tiempo, uniría fe, razón y compromiso ético en sus libros y conferencias.
A finales de los años sesenta, mientras ejercía como profesor de materias bíblicas y religiosas, José Luis Marqués Utrillas conoció la Fe bahá’í gracias a una de sus alumnas. Aquel primer contacto abrió un intenso periodo de búsqueda personal, lectura y diálogo, en el que comparó su formación cristiana con la visión universalista del mensaje bahá’í.
Tras varios años de reflexión, decidió incorporarse a la comunidad bahá’í convencido de que en ella encontraba una espiritualidad más amplia, capaz de integrar distintas tradiciones religiosas y de responder a los retos del mundo contemporáneo. Desde entonces, su biografía está estrechamente unida a la vida y el desarrollo de esta comunidad.
A lo largo de las décadas ha servido en diversas tareas: ha sido pionero en nuevas localidades, educador de niños y jóvenes, tutor en procesos formativos, conferenciante y colaborador en órganos de consulta y gestión. Su servicio se ha caracterizado por un tono cercano, didáctico y profundamente esperanzador.
Además de su labor estrictamente religiosa, José Luis Marqués Utrillas ha desarrollado una intensa actividad como docente y divulgador. Ha impartido cursos, charlas y talleres sobre espiritualidad, ética, esperanza y futuro de la humanidad, siempre con la intención de acercar los grandes temas de la fe a un público general.
En sus intervenciones insiste en la necesidad de que la espiritualidad dialogue con la ciencia, los derechos humanos y los desafíos sociales, económicos y ecológicos de nuestro tiempo. Su enfoque combina la profundidad teológica con un lenguaje sencillo, orientado a la vida cotidiana de las personas.
Su pensamiento se caracteriza por una visión integradora: respeta las tradiciones religiosas en las que se ha formado, pero al mismo tiempo propone una fe madura, abierta al pluralismo, al análisis crítico y a la responsabilidad individual y colectiva.
Como autor, José Luis Marqués Utrillas ha desarrollado una obra amplia que se mueve entre la teología divulgativa, la espiritualidad práctica y la reflexión sobre el futuro colectivo de la humanidad. Entre sus libros se encuentran títulos dedicados a la esperanza más allá de la muerte, al diálogo entre religiones, al sentido de la revelación y a la construcción de un nuevo orden mundial más justo y solidario.
En sus obras aborda, entre otros, temas como:
Junto a sus libros, ha firmado numerosos artículos y textos breves en los que reflexiona sobre el papel de las religiones en la sociedad contemporánea, el poder transformador de la fe cuando se vive con coherencia y el modo en que cada persona puede integrar su espiritualidad en la vida diaria.
El hilo conductor de la trayectoria de José Luis Marqués Utrillas es la convicción de que la espiritualidad no es una evasión, sino una fuerza capaz de renovar personas y sociedades. Su obra propone una fe razonada, dialogante, que no teme a las preguntas difíciles ni a la crítica, y que apuesta por una humanidad más unida y consciente de su interdependencia.
Como teólogo, filósofo y creyente bahá’í, ha contribuido a acercar conceptos complejos al lector general mediante un estilo claro y pedagógico. Para muchos de sus lectores y alumnos, su figura actúa como un puente entre la tradición cristiana en la que se formó y una visión espiritual más universal, construida a partir del estudio, el servicio y una práctica de fe vivida con coherencia.